Por algo se tiene que empezar, y en este caso hay que empezar con una crítica negativa hacia un pequeño restaurante en Vilanova de Cerveira (Portugal), está situado en un buen sitio cerca del casco histórico, pero eso no importa si la comida no merece la pena.
El menú constaba de: pulpo a la brasa, dorada a la brasa y lomitos de cerdo con champiñones. En este caso, el pulpo y la dorada de piscifactoría sabían a bacalao, ya que no debieron limpiar la parrilla y por tanto, todo sabía al plato estrella de Potugal, bacalao a la brasa. Por otro lado los lomitos, nunca mejor dicho porque eran tan finitos que parecía papel de fumar, estaban sumergidos, literalmente, en una salsa con champiñones de lata. En cuanto al servicio hay que decir que el restaurante estaba bastante lleno, así que si pedías algo, tenías que esperar o volverlo a pedir unas cuantas veces más, debido a su olvido. He de decir que es una pena que desatiendan así a los clientes, ya que lo que consiguen es que no vuelva a ir a O Abrigo das Andoriñas (Rua Queirós Ribeiro, 76, 4920-296 Vila Nova de Cerveira) .
